On Pointe ~ Terpsícore

Molde: Tiny Fairy Emilie, de Bluefairy
Fecha de Llegada: 16/1/2008
Pelo: Shaggy Cut color Ivory, de Bluefairy (modificada)
Ojos: HGC D24 - Light Green, 14 mm
Maquillaje, blushing , manicura/pedicura y tatuajes: L'Atelier des Rêves
Modificaciones: L’Atelier des Rêves
-Carving labial + Dientes + Añadido labio superior y morrete
-Redondeado de nariz
-Reducción de busto
-Separación de dedos siameses
-Refuerzo articulación del cuello por el interior de la cabeza
Futuras transformaciones:
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Nombre original: Giulia di Maggio

Nombre actual: Terpsícore

Apodo: Terp

Edad: 17 años

Cumpleaños: 16 de Enero

Le gusta: Caminar descalza, dormirse escuchando música, levantarse tarde por las mañanas y acostarse de madrugada; que le den sorpresas, los besos, los abrazos, los baños de agua caliente. Las películas gôre y/o de miedo, la comida basura (hot dogs, hamburguesas, pizza, chuches...), salir a pasear sin paraguas cuando llueve, cantar en la ducha, bailar…etc’s.

No le gusta: Cocinar cosas complicadas, hacer la colada, salir a hacer la compra… prácticamente todo lo que tenga que ver con ocuparse de las tareas domésticas.

Personalidad: Carácter fuerte, aparentemente muy segura de si misma aunque en el fondo es tímida. Se muestra dulce y alegre frente a la gente que le gusta, pero puede llegar a ser muy desagradable con el resto; guarda su peor carácter para su hermano, con quien mantiene una especie de relación de amor/odio.

Historia: Procedente de una humilde familia florentina, Giulia fue secuestrada siendo muy pequeña a la salida del colegio, y permaneció 9 años desaparecida.

El hombre que la raptó la llevó con él a Perth (Australia), donde vivió durante todos esos años junto a él y su esposa. El matrimonio había perdido a su hija, de la misma edad que Giulia, en un accidente pocos meses atrás y al “tomarla prestada” quisieron que de alguna forma tomara el relevo. La llamaron Terpsícore, en deferencia a la musa clásica de la danza, ya que la mujer era una gran aficionada a este arte: había sido una bailarina prometedora en su juventud, pero al casarse decidió dejar su carrera y limitarse a la enseñanza; dirigía una academia de danza e instruyó a Terpsícore como una alumna más.

Aunque con el paso de los años se acostumbró a la situación, e incluso de algún modo llegó a tomar afecto a sus captores, al cumplir los 16 tuvo ocasión de escapar: ellos nunca la dejaban salir sola, la llevaban de casa a clase, o a la academia, y de vuelta a casa; pero accedieron a dejarla pasar un fin de semana en casa de una amiga y en vez de eso ella aprovechó para largarse con lo puesto, sacar un billete de avión online con la tarjeta de crédito de “su padre” y embarcarse en un vuelo hacia Italia.

A su regreso, las cosas resultaron ser muy distintas de lo que ella esperaba encontrar. Se dirigió a la policía esperando que la pusieran en contacto con su familia, pero en lugar de eso le comunicaron que sus padres habían muerto y que Mirko, su hermano, se encontraba en paradero desconocido desde varios años atrás, y como todavía era menor de edad la ingresaron en un centro de acogida a la espera de que se decidiera qué hacer con ella.

Durante los siguientes 4 o 5 meses pasó por un par de familias de acogida pero en ninguna terminó de encajar; y finalmente un día apareció en el centro un tipo extraño que reclamó su custodia asegurando que era su hermano: su caso no había pasado inadvertido, la noticia había aparecido en periódicos de todo el mundo, que anunciaban La milagrosa re-aparición de la niña florentina desaparecida en extrañas circunstancias 9 años atrás.

Mirko (Évola) había cambiado mucho respecto a cómo ella lo recordaba, y no le gustó en absoluto tener que marcharse a vivir con él de la noche a la mañana: no había tenido prácticamente tiempo de asentarse en la ciudad que tanto había echado de menos, y él insistía en que se marcharan a vivir a Londres. Sus protestas no surtieron ningún efecto y en poco tiempo se encontró compartiendo un minúsculo piso de alquiler con su casi desconocido hermano mayor a quien, además, aunque sin quererlo consideraba culpable de todo su sufrimiento. Entre ellos casi no hablaban, y lo poco que lo hacían era para discutir, así que no le supo mal en absoluto ver que él llevaba una vida mayormente nocturna y no se tendrían que ver demasiado en su vida diaria.

Mirko insistió en pagarle la matrícula en una academia de baile ya que la veía interesada en el tema, y en pasarle una humilde paga mensual, aunque ella hubiera preferido ponerse a trabajar y costearse los estudios ella misma… y así llega a día de hoy. Llevan cosa de medio año viviendo juntos en Londres, cumplió los 17 hace poco y se muere de ganas de tener los 18 para independizarse.