13. Amigo

Éste es especialmente extraño... pero bueno: es que Angie es especialmente extraña, de por sí. Sin haber leido su ficha es prácticamente imposible entender NADA de lo que sigue xD

Calor. Siento calor a mi espalda mientras me alejo cada vez más corriendo entre los árboles. Me doy la vuelta, sólo un segundo; la noche es oscura, no hay Luna ni estrellas, pero el cielo entero arde como yesca en el mismísimo averno.
Avanzo lo más deprisa que puedo con mis pies descalzos sobre la maleza, un par de duendes me muestran el camino saltando como bailarinas a pocos metros frente a mí. ¿El camino a dónde? …les pregunto entre jadeos, una dolor punzante me taladra el costado y noto que me falta el aire; ellos ríen con sus voces como campanillas y desaparecen entre la arboleda, oigo sus suaves pisadas alejándose pero no puedo seguirles, me detengo a descansar apoyada sobre un grueso tronco. –¿A dónde vais?- jadeo en busca de oxígeno, me sacudo de los ojos el flequillo empapado -¡No me dejéis aquí!-.No hay respuesta.

No sé cuánto rato ha pasado, no le doy importancia mientras las hormigas me cuentan de su hacendosa jornada laboral (no me resulta especialmente interesante, pero me sabría mal ofenderlas haciéndoselo notar). Echo la vista atrás, al tramo de bosque que he recorrido y el fulgor anaranjado que hacía arder al mundo apenas es ya visible entre el follaje; me disculpo cortésmente con mis diminutas anfitrionas y prosigo mi camino, “un” camino, a falta de algo mejor. Me pregunto, ¿a dónde podría ir? No podía quedarme ahí. No podía seguir en el castillo, los soldados de blanco no dejaban de darme veneno y yo ya no podía dormir más –No podías- no, no podía. Te tomo de la mano. Creí que ya no te vería más, estabas tan quieto cuando me fui…! -Ese era el plan- Lo era… -ellos no se darán cuenta- ¿seguro?.
Hace frío y está oscuro, las voces del bosque nos susurran amenazas –No tengas miedo- no lo tengo, tú estás conmigo; y los duendes, que nos observan en secreto y las sirenas que nos vigilan desde los charcos…